En una hora en coche desde Barcelona encontraremos entre montañas La Llacuna. Parece un lugar poco posible para descubrir el lujo, pero esta pequeña localidad con menos de 900 habitantes sigue siendo el secreto mejor guardado de algunas de las casas de moda más grandes de Europa. La Llacuna llegó al mapa internacional de la moda gracias a su única fábrica y un taller de punto dirigido por la familia Puig Romeu, productores de piezas de punto desde los años ochenta.  

La familia Puig Romeu hizo crecer su fábrica en un entorno global innovador. El punto de inflexión más significativo fue la conexión inesperada con la artesanía japonesa. Impulsada por su pasión por el textil japonés, la empresa familiar se convirtió en un fabricante único al combinar las tradiciones de tejer catalanas y japonesas. La fusión de las técnicas occidentales y orientales dio lugar a materiales sorprendentes y excepcionales. 

Josep Puig Romeu, el más joven de la familia, conectó desde muy joven con la herencia manufacturera de su familia. Con su personal estética delicada y experimental, rodeado y apoyado por creaciones afines, Josep fundó su propia marca, Bielo. La marca combina el aspecto refrescante de moda con la experiencia y los conocimientos adquiridos a lo largo de su trayectoria. El resultado es moderno y refinado, transformando y revolucionando los patrones tradicionales. Josep Puig Romeu y su equipo experimentan de manera rigurosa con técnicas de tejer innovadoras que dan como resultado estructuras inusuales, transformando sus ideas en formas y volumen. Cada colección está marcada por combinaciones de colores distintivas y atrevidas, siempre experimentando con nuevos patrones, nuevas técnicas de punto y las mejores materias primas. 

La tranquilidad de la localización refleja la estética de la marca junto a sus colores y texturas. Al adentrarte a Bielo y en su colección, descubres una sensación de libertad, una mirada visionaria y un sentimiento engañosamente sencillo, pero con un largo recorrido y distinguido potencial.