La piel, vista como un lienzo vivo, es el centro de una colección que refleja la relación entre el ser y su cobertura externa. Cada pieza homenajea su capacidad de mutar y adaptarse, con tonos y texturas que evocan su elasticidad y vulnerabilidad. La moda se presenta como una extensión del cuerpo, compleja y cambiante como quienes la llevan.